Existen muchas evidencias para dar a todos estos argumentos que procedo a señalar:
- A favor:
- Fomenta trabajo colaborativo: el AbP se realiza mediante trabajo en equipo, es decir, se establecen grupos de trabajo para resolver el problema que se plantee. De esta forma, se fomenta el debate y la discusión entre sus miembros, para estudiar, analizar, tomar decisiones, comunicar y evaluar el proyecto. Es muy importante este tipo de asociaciones a la hora de resolver un problema, pues las carencias que pueda tener uno de sus componentes la aporta otro y así sucesivamente. Como ejemplo voy a tomar la realización de un programa de variedades para una cadena de televisión local: entre todos los componentes del grupo decidieron organizar y planificar el programa y posteriormente se subdividieron para su realización:
- Fomenta la creatividad: los proyectos comienzan con el planteamiento de una pregunta. Para resolverla el equipo debe buscar información y analizarla para obtener la solución más adecuada. Aquí interviene la creatividad de cada individuo dentro del grupo que puede aportar distintas soluciones y deben de decidir cuál de ellas o la mezcla de varias es la mejor solución.
- Desarrolla capacidades mentales superiores: en el aprendizaje basado en proyectos se trabajan capacidades mentales de rango superior como buscar, elegir, discutir, explicar, crear, corregir, ensayar, relacionar, ...
- Asimilación más efectiva de los contenidos: en la instrucción directa el aprendizaje es más memorístico y de corta duración. Sin embargo, al trabajar por proyectos se asimilan mucho mejor los contenidos y permanecen más tiempo, pues provienen del estudio, reflexión, debate, ...
- Desarrolla las competencias clave: cuando realizamos un proyecto ponemos en práctica muchas de las competencias clave: comunicación en la lengua materna o en lenguas extranjeras (debes comunicarte con tu equipo y debes compartir tus resultados con los otros grupos), competencia digital (utilizas las tecnologías para la búsqueda de la información y para la presentación de la respuesta a la pregunta inicial), aprender a aprender (utilizas y eliges entre varios métodos para alcanzar un resultado), competencias sociales y cívicas (debes aprender a trabajar en equipo y valorar las aportaciones de todos los miembros del mismo), el sentido de la iniciativa y el espíritu de empresa (debes buscar soluciones creativas y reales al problema planteado), la conciencia y la expresión cultural ( la presentación del proyecto final puede realizarse a través de distintos medios donde la música, las artes escénicas y las artes plásticas pueden ponerse de manifiesto), competencia matemática y competencias en ciencias y tecnología.
- Favorece las inteligencias múltiples: es evidente que se pone de manifiesto la inteligencia interpersonal, pues debes trabajar en equipo y la intrapersonal, pues también requiere de una reflexión personal. Pero, además, el grupo tiene la posibilidad de utilizar todas las inteligencias (lógico-matemática, oral-lingüistica, naturalista, musical, cinestésica y la visual) a la hora de desarrollar un proyecto y presentarlo al resto del grupo.
- La escuela se acerca al mundo real: las preguntas que debemos hacer a la hora de plantear un proyecto deben acercar a hechos cotidianos como, por ejemplo, ¿Cómo puedes dejar tu barrio más limpio?, ¿Cómo es el mundo que no ves?, ¿Qué harías para reducir el consumo energético en el colegio?, ...
- Aprenden alumnos y profesores: según este tipo de enseñanza no sólo aprenden los alumnos, pues todos somos estudiantes y el profesor hace de guía y aprende con las ideas y métodos utilizados por sus estudiantes
- Conocemos mejor a nuestros alumnos: el profesor tiene la posibilidad de conocer mucho mejor a sus alumnos pues el trato es más directo y puede observar cuáles son sus debilidades y fortalezas. El trato, aunque parezca lo contrario, es más individual, ya que tiene la posibilidad de entablar conversaciones con cada uno de sus estudiantes. En la enseñanza tradicional hay una clara diferenciación física y personal entre profesor y alumno
- Se aprende haciendo: los alumnos no son sólo meros receptores de la información sino que ellos mismo la buscan y crean al realizar el proyecto.
- Promueve la autonomía del aprendizaje: el alumno se hace responsable de su propio aprendizaje y el profesor se limita a guiarlo y entrenarlo para que pueda alcanzar los objetivos planteados, adquiriendo conceptos, competencias, habilidades y actitudes que va a poder utilizar el resto de su vida.
- En contra:
- Se trabaja menos la memoria: es evidente que el aprendizaje memorístico se reduce mucho. Siempre y cuando no se reduzca del todo creo que no importa. Pero, trabajar la memoria también es bueno para su futuro, por lo que no debemos olvidarnos de su entrenamiento.
- Su puesta en marcha lleva más tiempo: cuando tratamos un tema por este tipo de aprendizaje requerimos más tiempo para su desarrollo, pero el número de habilidades y actitudes que se trabajan es mucho mayor y el contenido se asimila mejor. Quizás se resiente el currículo de conocimientos, no así el de competencias, habilidades y actitudes.
- Se trabajan menos contenidos: es una realidad que al trabajar por proyectos no puedes tratar todos los temas por igual y muchos de ellos debes reducirlos o eliminarlos. Pero, no cabe duda, que los que se trabajan se asimilan mucho mejor y para toda la vida. No obstante, puedes trabajar otros de forma más superficial y así poder abarcar de forma general todo, profundizando sólo en aquellos que profesor y alumnos consideren oportuno.
- Al profesor le lleva más planificación: aunque parezca lo contrario, el diseñar los proyectos y guiar a los alumnos en su propio aprendizaje requiere un estudio y trabajo permanente por parte del profesor. Pero, por supuesto, si tu vocación es educar, es más enriquecedor. En la enseñanza directa te aprendes unos contenidos y preparas unas actividades que te pueden valer durante muchos años.

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